Desde el descubrimiento del Perú notaron que la faja de tierra que forma
la costa, antes del cabo blanco en Guayaquil hasta el desierto de
Atacama, desde el grado 3 de altitud austral hasta el 25 en un espacio
de 440 leguas no llueve ni truena.
En 1802 observo Humboldt por primera vez la majestuosa marcha de las
frías aguas del mar antártico hacia las regiones equinocciales, formando
la gran corriente austral, que algunos llaman "corriente Peruana" y
otros "corriente de Humboldt" a cierta latitud varia su curso hacia el
oriente bifurcándose a los 43º de latitud sur, uno de esos brazos se
dirige al S-SE pasando por el estrecho de Magallanes y el cabo de hornos
hasta penetrar en el atlántico, mientras que el otro brazo corre hacia
el N-NE bañando la costa de América del sur hasta el paralelo de Arica,
pasada la inflexión que forma allí la costa continua su marcha en
dirección N.O hasta la altura de cabo blanco a los 5º de latitud S.
donde se aparta bruscamente de la costa para tomar la dirección O-NO
pasando a 20 leguas al norte del archipiélago de Galápagos y perdiéndose
en la corriente ecuatorial del pacifico.
Formada la corriente de Humboldt o Peruana, por las aguas glaciales del
mar antártico, su temperatura es mas fría que la del mar que atraviesa
en su marcha, aun cuando a medida que avanza hacia la línea equinoccial
su temperatura va elevándose hasta ponerse en equilibrio con el calor
del resto del mar.
En el año 1822 M Lartigue a bordo de la fragata Francesa "la cloride"
observo una corriente que partiendo del golfo de Guayaquil se dirige al
sur muy pegada a la costa, encontrándose pues en presencia de un
fenómeno digno de estudio, el que ocasionalmente se presenta en la
costa norte del Perú, una contracorriente de agua de alta temperatura
que se interpone entre el continente y las aguas frías de la corriente
de Humboldt o Peruana, que esta contracorriente se deja sentir después
de la pascua de navidad y que su aparición coincide con los vientos del
norte.
El padre jesuita Cobo refiere que en 1541 llovió tanto en Lima que
corrían arroyos por las calles de la ciudad; en la cuaresma de 1614
cerca a Lima camino a Chancay también cayo un fuerte aguacero, también
cuenta que en febrero de 1652 cayo en Lima una lluvia tan recia que el
arzobispo ordeno se hiciesen plegarias en todas las iglesias para que
Dios la calmase.
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