El café (coffea arabica) es uno de los productos mas preciosos que tiene
este rico país, crece con tanta lozanía en nuestra selva, que parece
haber hallado en nuestro Perú una patria adoptiva, admira ver la
actividad de su vegetación, notándose todas las ramas inclinadas bajo el
peso de sus numerosos frutos, sus semillas bien preparadas gozan del
mas delicioso aroma.
Usada como bebida y en dosis conveniente obra sobre el cerebro
comunicándole una vía extraordinaria al pensamiento, Voltaire, Delille,
Goethe y otros grandes decían deberle buena parte de sus inspiraciones,
porque descorriendo las alas de la imaginación, aumentaban los goces
inefables del espíritu, siendo mas sensible a lo bello, el cielo se
colora de variados tintes, y la naturaleza entera adquiere un gran
encanto, que aumenta el apego a la existencia.
Nosotros gozamos mucho mas que nuestros antepasados al tomar una taza de
café en sus diferentes formas de preparación, esta bebida excelente en
nuestros días esta al alcance de todos, repara también de un modo
admirable y misterioso las fuerzas físicas agotadas por el trabajo, y se
convierte en un pilar de nuestra economía nacional.
Esta planta cuyo fruto ha realizado la antigua fabula de la fuente
Hipocrene, cuyas inmaculadas aguas saliendo del Pindo comunican la
inspiración necesaria, el cafeto representa la poesía, ese poema
fantástico y maravilloso que exhala la vida.
Y sentado en uno de los tantos sitios que hay en las diferentes zonas de
Lima, con una taza llena hasta el borde con humeante café, que endulzo
en una azucarera colmada, termino este elogio a esa planta maravillosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario