martes, 20 de diciembre de 2016

ESCENAS DE UNA NAVIDAD

La navidad esta cercana dijo la profesora y no me produce el sentimiento de felicidad que desearía, estoy en esta escuelita estatal muy pobre y me pregunto si ustedes me ayudaran a preparar algo para celebrarla, los padres presentes se miraron unos a otros.

Yo traeré el árbol dijo don Rubén, pero de donde sacaremos los elementos para hacer los adornos; muchas veces he fabricado los adornos de los arboles de navidad replico don Evaristo, los hacia de cualquier cosa que encontraba y creo que ahora podre encontrar algo.

Me parece que con el papel plateado de los chocolates y de los cigarrillos podemos hacer pelotitas para el árbol, sugirió doña María o podríamos cortar estrellas, su vecino Luis la miro con una mezcla de aprobación y asombro; con cintas de colores asintió doña Rebeca puedo hacer las flores mas extraordinarias, traigan pedazos de tela junto con un par de tijeras y comenzare inmediatamente; no necesita todo para las flores yo podría cortar algunas tiras y usarlas como cintas para atar las guirnaldas, fue lo que dijo la señora Ana, casi inmediatamente toda la sala se contagio de la idea de navidad, las sugerencias llegaban cada vez mejores y mas rápidas, así pasaron los días, así, así así, pisando como paquidermos y ladrando como perros locos.

Llego el día de la navidad y los niños que fueron preparados para el coro cantaron como los ángeles:

La virgen María y Dios allí estaban
En navidad, en navidad
La virgen María y Dios allí estaban
En navidad a la mañana

Muchos sintieron un nudo en la garganta y los ojos se les llenaron de lagrimas.

Y todas las campanas de la tierra sonaron
El día de navidad, el día de navidad
Y todos los ángeles del cielo cantaron
El día de navidad en la mañana.

El canto llego a su fin y la maestra enjugo sus lagrimas, volteo y claramente vio que las mejillas de los otros también estaban húmedas.

Empezó el servicio de la misa y unos dedos tantearon las teclas del antiguo piano cuando llego el instante de la comunión, tocaron el antiguo himno que había sido escrito en una taberna de París, entonces se elevaron las voces:

Oh, noche bendita
Las estrellas brillan con esplendor
Es la noche del nacimiento
De nuestro querido salvador

Al quedar la sala en silencio el sacerdote dijo "muchas clases distintas de gente en diversos países, se conmueven con los mismos pensamientos de idéntica manera sagrado para todos ellos, todos celebramos el nacimiento del príncipe de la paz, como si fuera nuestra fiesta suprema, sin embargo continuamos luchando entre nosotros, de generación en generación matándonos unos a otros"

Oh, pequeña ciudad de Belén
Cuan quieta os vemos yacer
Por sobre vuestro profundo
Descanso sin pesadillas
Pasean las estrellas silenciosas

No es solo un verso de un himno de navidad, es la descripción de un hecho real, contado casi de la misma manera por todos en su propio idioma, por ejemplo los alemanes cantan su tradicional himno de navidad, tal como fue entonada por primera vez en la nevada villa de Bavaria:

Stille nacht, heilige nacht!
Alles schaft einsam wacht
Nur dar traute hochheilige paar
Holder knabe im lockigen haar
Schlaft im himmlischer ruh
Schlaft im himmlischer ruh.

Noche de paz, el cielo esta despejado y todo esta muy quieto, es realmente una noche silenciosa no hay ninguna duda y hasta parece bendita, el extraño sentimiento de que realmente es así se ha apoderado de mi y siento que de ella también y me abraza como un gatito enfermo se arrima a un ladrillo caliente.




sábado, 3 de diciembre de 2016

VIVA EL PERU Y SERENO


LA NAO DE LOS PERULEROS

La nao de los peruleros se le llamaba en ese entonces a las naves que venían del Perú, llegaban a México por lo general en 30 días llevando azogue, cacao, aceite, casi siempre con un tonelaje de 3,000 a 3,800 quintales, tan pronto se sabia que en Acapulco habían visto las naves peruleras, repicaban las campanas de la catedral convocando enseguida a la plegaria, así era la gran amistad de los dos ex imperios aztecas e Incas.
 

Las naves peruleras llevan y traen gentes notorias, don Fernando Pizarro llego en 1539 por la ruta de Tehuantepec, don Bernardini Álvarez de quien su cronista Juan Díaz Arce (México 1762) en el capitulo segundo dice "por el socorro que una mujer le hizo, paso de México al Perú como soldado, se enriqueció en el Cuzco, el padre Bernabé Cobo que estuvo aquí vio las limas llevados del marquesado".
 

Fray Bartolomé de Ledezma de la orden de predicadores iba en el sequito del virrey Enríquez de Almanza, fue catedrático de prima de sagrada teología, siendo promovido mas tarde al obispado de Oaxaca, donde fundo el colegio de san Bartolomé para la educación de los oaxaqueños pobres, también llego en las naves peruleras aquel trotamundos celebre, el licenciado don Pedro Ortiz de Ceballos, ingreso por san juan de Ulúa y se encanto de esta tierra.
 

También se cuenta que siendo virrey don Gaspar de Zúñiga y Acevedo, conde de monterrey a eso de finales de diciembre de 1605, llego al puerto del Callao el galeón "Acapulco" recibiendo el mencionado virrey preciosa presea nada menos que el libro del "Quijote" que le enviaba un amigo; era constante el comercio entre el Callao, Guayaquil y México, se sabían todas las noticias que pasaban aquí en el Perú, como por ejemplo:
 

En 1677 un peruano regalo un rico blandón de 300 marcos de plata, de mas de dos varas y media de alto para nuestra señora de Guadalupe, por haber sido favorecido durante la gran tempestad que tuvo en su viaje, el 27 de marzo de 1680 se supo de la beatificación del arzobispo Toribio Alonso Mogrovejo.
 

En julio de 1682 llego a México un canónigo de babilonia procedente del Perú, don Elías de San Juan portando bula de clemente y cedula real, dicen que llamaba la atención su sotana de seda y el cuello
blanco y la turca sobre la ropa; otro gran limeño que también llego a tierras aztecas en la nao de los peruleros fue fray Melchor de Talamantes, mercedario que en el castillo de san juan de Ulúa hallo su tumba por su ideología insurgente; en el bergantín Ingles "Sara" cuya noticia fue publicada en la gaceta del gobierno imperial de México (1 de marzo de 1823) se comentaba en el puerto de san Blas del éxito de la expedición compuesta de 5 mil hombres, de los cuales cerca de tres mil eran colombianos, el resto estaba compuesto de peruanos y guayaquileños, fueron en auxilio de don Simón Bolívar al mando del general Alvarado, quien era natural de Salta y habían salido desde el puerto del Callao a los puntos intermedios para atacar al ejercito realista que estaba al mando de la Cerna.

 

Oración del siglo
Romance del tiempo
Que en los campanarios
Repican recuerdos
La posesión de tesoros
No allega amigos
Sino solo envidiosos
No nos hace en apariencia amados
Pues en verdad somos aborrecidos
y mal vistos de todos
Poner la esperanza de mi defensa
En los que en secreto me hacen guerra
Y llaman gente en contra mía
Es una necedad muy conocida.