sábado, 6 de junio de 2015

IGNACIO MERINO MUÑOZ

La  república quiere expresarse de otra manera y al iniciarse una nueva era nuestros pintores viajan al viejo continente, el siglo XIX produce dos figuras principales, Ignacio Merino y Francisco Laso.

Ignacio Merino nació en Piura en el norte del Perú en 1817, se va muy joven a Francia como discípulo de Delaroche y Monvoisin, educado en una época en que el romanticismo derivaba hacia las representaciones históricas, se afilio decididamente a esa tendencia, su imaginación se entregaba a las evocaciones caballerescas, alejándose de las escenas de la historia del Perú, no lo atrajo ni el incanato ni la colonia.

Fue un maestro en las grandes composiciones con un absoluto dominio del dibujo, Merino tuvo una equilibrada inclinación hacia lo decorativo “el rojo Merino” se hizo famoso y está presente en la mayoría de sus cuadros, en las que acusa una maestría impecable y rotunda, su dramático cuadro “la venganza de Cornaro” cuentan que se quemó en el incendio del palacio de gobierno en 1821.

Otros de sus cuadros:

La mano de Carlos V
La venta de los títulos
El fraile pintor
Aparición del arcángel Rafael en casa de Tobías
Un bravo
Frailes cantando


Muchas de estas obras se conservan en la pinacoteca municipal Ignacio Merino, otras están en colecciones particulares y son testimonios inobjetables de su posición en el terreno de la pintura, murió este gran pintor nacional en París en 1876, dejando un vacío en el arte.




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