Un joven sacerdote fue enviado a su primera parroquia y lo esperaba un
viejo ministro del señor, que se acomodo en la parte trasera del
confesionario, para ver si lo hacia bien, el novato hizo lo mejor que
pudo y pregunto, "no lo hice demasiado mal, no es así padre"; bien dijo
el viejo sacerdote por ser tu primera vez, no esta nada mal, pero la
próxima vez suprime tus expresiones de uy, dios mío, ah, guau, cuando
escuches a los pecadores.
Todo el placer es condenado, la miseria, la pobreza, han sido resaltadas
como valores espirituales "bienaventurados los pobres, porque ellos
heredaran el reino de los cielos" es extraño que se les diga semejante
promesa, mientras están soportando el hambre y muriendo de enfermedades
curables, pero la sociedad esta contenta de que al pobre se le diga
que heredara el reino de Dios, porque así no hay necesidad de cambios,
de una rebelión, no hay necesidad de luchar contra las estructuras que
los hacen pobres.
La economía crece pero la población empobrece, la liberalización
económica irrestricta, unipolar, muestra mas desventajas que beneficios,
los capitales corporativos amorfos y anónimos que usan a los
gobiernos como sus operadores, y las mafias entre oligopolios ha hecho
que el crecimiento económico no produzca mejoría social alguna, y
degenera en una inseguridad inimaginable, insólita, paralizante,
angustiante, quien protegerá a los pocos carceleros de los millones de
desencadenados, que están sigilosamente limando sus grilletes de
opresión, humillación y hambre, aunque sea con las uñas.
Quien necesita riquezas teme por ellas, vive inquieto y no goza, procura
aumentarlas en algo mientras piensa en sumar aun mas, se olvida de
usarla, toma cuentas, se desgasta y de dueño se convierte en
administrador, a muchos la fortuna libra de pena, a ninguno de temor.
Nadie es miserable solo por el presente, viviendo en la opulencia se
olvidan de compartir y son dominados por una expectación de riqueza
fácil, aun a través de la corrupción que empobrece a su propio pueblo,
como algunos burócratas del Banco Central de Reserva, que tienen
fortunas en el exterior, Ladronde lo obtuvieron; ver el daño no
representa desdicha tan grande como el temerle, el valiente tiene miedo
del contrario, el cobarde tiene miedo de su propio temor, el pavor a una
catástrofe los hace sufrir mas que su propia revelación, en esta
sociedad basada en medias verdades, los monopolios de la tecnología de
la información, encubren y adulteran de modo impecable, imágenes,
palabras o ideas, como la divulgación del enorme nepotismo en el Banco
Central de Reserva, 800 familiares unidos por vínculos de sangre y otras
ramificaciones no tan santas, las fronteras, el apartheid o separación,
no son solo raciales, ni solo esta entre el norte y el sur, sino entre
los que tienen y los que tenemos que trabajar, entre ricos y pobres,
manos blandas contra manos encallecidas.
Pero al diablo con el diablo, porque el crecimiento de usted y el mío,
depende solo de nosotros, que tenemos el inmenso privilegio de que este
será directamente proporcional a nuestro trabajo, y a la capacidad que
tengamos de alcanzar el éxito, sin robarle a nadie, labor creativa
solamente, haciendo patria.
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