lunes, 16 de marzo de 2015

CARMEN POTTS DE PEREZ URIBE

ESCRITORA PERUANA DEL SIGLO XIX
Nació en Lima la ciudad de los reyes en 1841, fue hija de don Guillermo Potts, un marino Ingles que contribuyo a lograr la independencia nacional bajo las órdenes del almirante Cochrane, y su madre fue Catalina Gómez, inicio su actividad literaria a los quince años, como colaboradora del diario el Chalaco, el 15 de diciembre de 1862 estreno en el teatro del Callao un drama patriótico en cuatro actos y en prosa, titulado “república y monarquía” se casó dos veces, la primera vez con don Pedro C. Vizcarra de quien enviudo, la segunda vez fue con don Ezequiel Pérez Uribe, Carmen Potts murió en Lima el 17 de setiembre de 1890.
 

Treinta escritoras peruanas menciona con circunstanciados elogios en las estrofas de “año nuevo” que transcribimos, son una amena crónica acerca de los ingenios femeninos que ilustraron nuestra literatura publicada en 1889.
                                                 AÑO NUEVO

                                                                   

                                                                   A mí querida sobrina
                                                                   Señorita Amalia Basadre

 


Cuando te asedie el hastió
Que airado persigue el alma
Ven, y encontraras la calma
Que anhelas, al lado mío

 

En mí apartado jardín
Que es de delicias encanto
Veras el fiel amaranto
Y el fragancioso jazmín

 

Al renombrado clavel
“soberano de las flores”
Con sus múltiples colores
Y el perseguido laurel

 

La madre selva fragante
Y la mustia cineraria
La mística pasionaria
Y el tembleque vacilante

 

El Maipú con su donaire
Sin el verdor del follaje
Con su invisible ramaje
Como suspenso en el aire

 

Las rosas blancas ¡las rosas!
¡Oh prodigio de natura!
Oh inimitable hermosura
Solo como ellas preciosas

 

Las purpureas clavelinas
La marítima incolora
La siempre viva inodora
Las margaritas divinas

 

La perfumada violeta
Que embriaga con sus olores
Los grupos de multiflores
Y la sensitiva inquieta

 

En caprichosas distancias
Como racimos prendidas
Veras las siempre aplaudidas
Elegantes rosas pancias

 

La recordada camelia
Del cabo el jazmín fragante
La pelargonia variante
Los nardos y el ciclamor
 

Diamelas, lirios, jacintos
El heliotropo tu encanto
Magnolias, sauco, agapanto
Reseda y yerbas de olor

 

Un quiosco en rustica traza
Y de apetitos surtido
Que ofrece su contenido
Al que su dintel traspasa

 

Fuente que surte primores
En magníficos cambiantes
Con pececillos brillantez
De matizados colores

 

Con la techumbre de flores
Que la brisa inquieta
Una apacible glorieta
Veras cual nido de amores
En revuelta actividad
Lindísimas mariposas
Aéreas, diáfanas y vaporosas

 

Con esmaltes de esplendor
En direcciones distintas
Con que el aire van cortando
Y en las corolas libando 

El nectarino licor
En expansivo consorcio
Veras múltiples jilgueros
De rama en rama ligeros 

Gozando con el verdor
Y oirás el dulce concierto
La célica melodía
Que un querub aplaudiría
De su canto seductor

 

Escucharas la calandria
Que al marco de mi ventana
Regálame en la mañana
Luciendo el primer albor
Que embriaga el ensueño y deleita
Con sus dulcísimos trinos
Con sus gorjeos divinos
Cual seráfico cantor

 

Por complacerte más Amalia mía
El álbum de mi amor te mostrare
Y aplaudirás con sincera alegría
Las flores que solicita junte

 

Es la primera estrofa seductora
De la gentil Juana Manuela Lazo
Que la fama hace tiempo condecora
Con la dilecta palma del parnaso

 

Le sigue el aplaudido pensamiento
Que en mármol gravaran todos los siglos
Modelo literario del talento
De la sin par Rosa Mercedes Riglos

 

Y de Manuela Villarán Plasencia
Amante y delicada poetisa
Acento que recrea y diviniza
Con su insólita luz de inteligencia
 

La de Teresa de Fanning
Institutriz y escritora
Cuya palabra sonora
El “ateneo” aplaudió
 

Y Juana de Amezaga
Literata altilocuente
Que su esclarecida frente
Diadema inmortal ciño

 

De Carolina de Jaimes
Y Carolina García
Sigue la alta poesía
Que su fama realzo ya

 

Y la de Justa su hermana
Tan patriótica y sentida
Flor que al venir a la vida
Jamás se marchitara

 

De Merceditas Elespuru
Una graciosa leyenda
De su ingenio grata ofrenda
Que nos brindara su amor
 

La sentimental Dolora
Que otra página consigna
De aplauso siempre fue digna
Cual todas las de Leonor
 

De esa feliz hechicera
Doña Mercedes Cabello
Que todo escribe tan bello
Florida es su elocución
 

Gano el renombrado timbre
De novelista Peruana
La primera que engalana
Las letras con su expresión

 

Clorinda Matto de Turner
Tradicionista laureada
Por la academia nombrada
Socio de alta distinción
Y esto que para ella es goce
Por qué abrillanta su historia
Para los suyos es gloria
Y honra para la nación

 

De Antonia Marques de Vargas
Que escribió en horas hermosas
Estrofas tan conceptuosas
Cual Ángela Carbonel
Y Mercedes Matamoros
Lastenia L. de Llona
Ciñen la inmortal corona
De las diosas del vergel

 

Sigue el fulgido bouquet
Conquistando admiradores
Lucia Monroy de Flores
Natividad de Cortez
María Manuela Carrera
María Nieves Bustamante
Son pléyade coruscante
De arrobadora fluidez

 

Como astros esplendorosos
Hienden los áureos espacios
María M. de Palacios
Luz de esta constelación

 

La gran Julia de la Fuente
Y Manuela de Vildoso
Y Felicia de Moscoso
Y otras de mística unción

 

De Micaela de Silva
Y de Adriana Buendía
Es la bella poesía
Que Polimnia aplaudirá
Así la de aurora lista
Y otras musas nacionales
Que diademas inmortales
Tiene conquistadas ya

 

De Amalia Puga tan bella
Que con su talento marca
Ser otra peruviana estrella
Y el blasón de Cajamarca

 

También en este álbum vive
Jesús Sánchez de Barreto
Y en su cantico se exhibe
Cual beatifico amuleto

 

Porque con flores como estas
Y pimpollos como tú
Formo Dios en el Perú
Sus delicadas florestas

 

Aunque cautive el bufete
Por su plausible primor
Jugaremos rocambor
Y el animado chaquete

 

Como eres de Euterpe amada
Pues que te brindo su hechizo
Tu talento divinizo
Como mi célica fada

 

Y hare que esa tu hábil mano
Que en tu niñez aplaudía
Me conceda la armonía
Que arrancar sabes del piano

 

Esos valses de salón
Que repetir no te atreves
Pues que profundas conmueves
Las fibras del corazón

 

Y aquellos que honrosa palma
Son a nuestros compatriotas
Cuyas delicadas notas
Éxtasis son para el alma

 

Sin las esperanzas vanas
De aplausos que no tendré
Yo también te tocare
Mi vals “las tres hermanas”

 

Y aquella danza, esa danza
De tu gusto que no olvidas
Que alguien dice: que mil vidas
Vale cualquiera mudanza

 

Y si tu labio proclama
Que disfrutas de recreo
Habrás colmado el deseo
De quien tanto y tanto te ama.

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